Santa Claus, el arbolito navideño y otros elementos tan extraños al Trópico en el que vivimos, son referentes de nuestra Navidad.
Si quisiéramos hacer unos de esos juegos de mal gusto de la televisión, de colocar todos esos componentes en otra época del año, seguramente nos engañarían.
Pensaríamos que estamos en Navidad.
No obstante, creo que Santa Claus, el arbolito navideño y otras piezas transcultorizadoras, son apenas unos referentes decorativos más en esta hermosa época del año.
Las verdaderas referencias de nosotros, los hombres y mujeres del Caribe, se percibe en otros componentes. Algunos de ellos tan sólo pueden percibirlos nuestros corazones.
Si quisiéramos hacer unos de esos juegos de mal gusto de la televisión, de colocar todos esos componentes en otra época del año, seguramente nos engañarían.
Pensaríamos que estamos en Navidad.
No obstante, creo que Santa Claus, el arbolito navideño y otras piezas transcultorizadoras, son apenas unos referentes decorativos más en esta hermosa época del año.
Las verdaderas referencias de nosotros, los hombres y mujeres del Caribe, se percibe en otros componentes. Algunos de ellos tan sólo pueden percibirlos nuestros corazones.
La Navidad es la mirada ilusionada de los niños, es el sabor único del mejor manjar navideño: la hallaca que hace nuestra madre. Es el calor corporal y espiritual de nuestros amigos, de nuestras amigas…
En el Trópico sabemos que estamos en Navidad no por la nieve, tan extraña a nuestra cotidianidad, sino a un color que arropa a nuestros pueblos y ciudades, que sólo puede apreciarse en el Caribe.
La Navidad es una brisa fresca que llega, es un aire indescriptible, único, que se percibe en las calles, las avenidas y en las esquinas de nuestros núcleos urbanos y rurales.
La Navidad es una nieve pero no blanca y fría sino azul y cálida, una nieve de calidez humana que desciende, por estos días, sobre nuestros corazones.
De esta manera quiero desearte una Feliz Navidad 2011 y un Prospero y Venturoso Año 2012. A ti, con quien compartí bonitos episodios: pequeños o grandes, sencillos o majestuosos, trascendentales, en este año 2011 que se despide.
De esta manera quiero desearte una Feliz Navidad 2011 y un Prospero y Venturoso Año 2012. A ti, con quien compartí bonitos episodios: pequeños o grandes, sencillos o majestuosos, trascendentales, en este año 2011 que se despide.
Te deseo, de todo corazón, para este 2012 mucha salud, mucha pasión, mucha voluntad, mucha entrega y mucha fortaleza.
Mucha sabiduría, mucho ingenio, mucha paciencia, mucha tolerancia y por sobre todo mucha pero mucha felicidad. Es mi más sincero deseo.
Félix Gutiérrez