A propósito del Mundial Brasil 2014 y la
final Argentina-Alemania de este domingo me volví hacer la pregunta esta
madrugada. Sí. Una pregunta que seguramente no tiene respuesta y si la tiene es
una respuesta extremadamente personal
¿Cuál es el mejor jugador de fútbol de la historia? De esta manera comencé una crónica minimalista que escribí hace poco para algunos amigos y amigas.
¿El mejor jugador de fútbol del mundo? Yo digo que es Maradona. Mis hijos dicen que es Messi. Mi papá decía que era Pelé. Ésta era toda la crónica, que resumía más de 50 años de buen fútbol.
Mi tía Edelmira respondió: "Me gusta Pelé. Maradona era un gran jugador pero me cae mal". Mi cuñada María Gabriela decía: "Daniel (su esposo y buen amigo mío también) está de acuerdo contigo. Para él es Maradona".
Mi compadre Carlos comentó: "Compadre. Cada quién tuvo su ídolo en su época. Los tres son y van a ser de por vida excelentes y recordados jugadores".
Mi querida amiga Ilva, como siempre, dando con el martillo en todo el centro del clavo, me respondió: "El péo es generacional".
Igual dijo mi acertada prima María Alejandra Gutiérrez: "Ésta es una crónica que habla de generaciones de buen fútbol".
A pesar de que los tres jugadores fueron y son referencias de buen fútbol, como dice María Alejandra, cada una de estas generaciones estuvo repleta de extraordinarios futbolistas.
A tal punto que es probablemente egoísta y quizás caprichoso hablar de tres futbolistas, habiendo una gran cantidad de extraordinarios jugadores.
De la generación de Pelé, por lo menos, destaca Jairzinho; de la época de Maradona Valdano y de este momento, el de Messi, Neymar, Ronaldo o el jugador que más descolló, o uno de los que más sobresalió en este Mundial 2014, el colombiano James Rodríguez.
Antes de estas tres generaciones igualmente podemos mencionar a otros grandes jugadores. Mi abuelo José Gregorio, diría, por lo menos, que el mejor jugador de la historia del fútbol fue Alfredo Di Stéfano. Y junto a él Franz Beckenbauer.
Sobre la crónica minimalista la amiga Adriana Cicaglione me preguntó: "¿Dónde está el enlace del texto?", a lo que le respondí con una sonrisa que eso era todo.
Pero tiene razón Adriana. Esa reflexión minimalista se merece una de más largo aliento. Antes de que termine este Mundial y del buen fútbol que hemos visto en esa copa, he venido con esta aproximación de ensayo a hablar de esa disyuntiva
¿Cuál es el mejor jugador de fútbol de la historia? ¿Pelé? ¿Maradona? ¿Messi? ¿Alfredo Di Stéfano? Veamos.
¿Cuál es el mejor jugador de fútbol de la historia? De esta manera comencé una crónica minimalista que escribí hace poco para algunos amigos y amigas.
¿El mejor jugador de fútbol del mundo? Yo digo que es Maradona. Mis hijos dicen que es Messi. Mi papá decía que era Pelé. Ésta era toda la crónica, que resumía más de 50 años de buen fútbol.
Mi tía Edelmira respondió: "Me gusta Pelé. Maradona era un gran jugador pero me cae mal". Mi cuñada María Gabriela decía: "Daniel (su esposo y buen amigo mío también) está de acuerdo contigo. Para él es Maradona".
Mi compadre Carlos comentó: "Compadre. Cada quién tuvo su ídolo en su época. Los tres son y van a ser de por vida excelentes y recordados jugadores".
Mi querida amiga Ilva, como siempre, dando con el martillo en todo el centro del clavo, me respondió: "El péo es generacional".
Igual dijo mi acertada prima María Alejandra Gutiérrez: "Ésta es una crónica que habla de generaciones de buen fútbol".
A pesar de que los tres jugadores fueron y son referencias de buen fútbol, como dice María Alejandra, cada una de estas generaciones estuvo repleta de extraordinarios futbolistas.
A tal punto que es probablemente egoísta y quizás caprichoso hablar de tres futbolistas, habiendo una gran cantidad de extraordinarios jugadores.
De la generación de Pelé, por lo menos, destaca Jairzinho; de la época de Maradona Valdano y de este momento, el de Messi, Neymar, Ronaldo o el jugador que más descolló, o uno de los que más sobresalió en este Mundial 2014, el colombiano James Rodríguez.
Antes de estas tres generaciones igualmente podemos mencionar a otros grandes jugadores. Mi abuelo José Gregorio, diría, por lo menos, que el mejor jugador de la historia del fútbol fue Alfredo Di Stéfano. Y junto a él Franz Beckenbauer.
Sobre la crónica minimalista la amiga Adriana Cicaglione me preguntó: "¿Dónde está el enlace del texto?", a lo que le respondí con una sonrisa que eso era todo.
Pero tiene razón Adriana. Esa reflexión minimalista se merece una de más largo aliento. Antes de que termine este Mundial y del buen fútbol que hemos visto en esa copa, he venido con esta aproximación de ensayo a hablar de esa disyuntiva
¿Cuál es el mejor jugador de fútbol de la historia? ¿Pelé? ¿Maradona? ¿Messi? ¿Alfredo Di Stéfano? Veamos.
II
Edson Arantes do Nascimento o Pelé, como mejor se le conoce, participó en cuatro copas del mundo: la del 58, 62, 66 y 70. En estos campeonatos Brasil logró tres de sus cinco títulos como campeones del mundo.
Pelé jugó más de 1.300 partidos en su carrera profesional e hizo casi la misma cantidad de goles: 1.282. A los 17 años de edad, en 1958, se tituló campeón con su país, Brasil, y desde entonces comenzó a llamársele el Rey Pelé.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano, en su libro de crónicas El fútbol a sol y sombra (Editores Siglo XXI, 2010) escribió: "....quienes tuvimos la suerte de verlo jugar, hemos recibido ofrendas de rara belleza: momentos de esos tan dignos de inmortalidad que nos permite creer que la inmortalidad existe".
Uno de los goles de Pelé en la final del Mundial 1958 contra Suecia es recordado como uno de los 10 mejores de la historia de los mundiales. Un gol con sombrerito incluido al arquero sueco Bengt Gustavsson. Se trata de uno de los goles legendarios de los mundiales.
Cuentan que en ese mismo mundial, el del 58, los jugadores brasileños se le sublevaron al director técnico de la selección de aquella época. En ese grupo estaba Pelé, que era suplente del equipo junto con Garrincha. Ambos habían sido excluidos de la titularidad.
Los jugadores impusieron su equipo y Brasil se tituló campeón ese año de forma invicta. Le ganaron la final al equipo anfitrión, el sueco, 5 goles por 2. Pelé hizo 6 goles en esta copa.
En el Mundial de 1962, el de Chile, Pelé se lesionó con un desgarramiento muscular, pero Brasil se volvió a titular campeón por la genialidad de su fútbol, con Garrincha, Didí y Djalmas Santos a la cabeza. Brasil se tituló ante Checoslovaquia 3 por 1.
En el Mundial de Londres de 1966 se produjo una especie de complot arbitral contras las grandes selecciones suramericanas, especialmente Argentina y Uruguay. Brasil no tuvo mejor suerte, incluido su estrella Pelé, que fue "cocido" a patadas por búlgaros y portugueses.
En 1970, en el Mundial de México, se retiró Pelé de los campos de la más grande cita del balón-pie mundial y lo hizo por la puerta grande, como suelen decir algunos.
Brasil volvió a titularse campeón y Edson Arantes do Nascimento, el Rey Pelé, en ese mundial, parecía un ave volando por encima de los defensas de las selecciones contrarias. Brasil ganó la final a Italia 4 a 1 con las asistencias magistrales de Pelé.
Edson Arantes do Nascimento o Pelé, como mejor se le conoce, participó en cuatro copas del mundo: la del 58, 62, 66 y 70. En estos campeonatos Brasil logró tres de sus cinco títulos como campeones del mundo.
Pelé jugó más de 1.300 partidos en su carrera profesional e hizo casi la misma cantidad de goles: 1.282. A los 17 años de edad, en 1958, se tituló campeón con su país, Brasil, y desde entonces comenzó a llamársele el Rey Pelé.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano, en su libro de crónicas El fútbol a sol y sombra (Editores Siglo XXI, 2010) escribió: "....quienes tuvimos la suerte de verlo jugar, hemos recibido ofrendas de rara belleza: momentos de esos tan dignos de inmortalidad que nos permite creer que la inmortalidad existe".
Uno de los goles de Pelé en la final del Mundial 1958 contra Suecia es recordado como uno de los 10 mejores de la historia de los mundiales. Un gol con sombrerito incluido al arquero sueco Bengt Gustavsson. Se trata de uno de los goles legendarios de los mundiales.
Cuentan que en ese mismo mundial, el del 58, los jugadores brasileños se le sublevaron al director técnico de la selección de aquella época. En ese grupo estaba Pelé, que era suplente del equipo junto con Garrincha. Ambos habían sido excluidos de la titularidad.
Los jugadores impusieron su equipo y Brasil se tituló campeón ese año de forma invicta. Le ganaron la final al equipo anfitrión, el sueco, 5 goles por 2. Pelé hizo 6 goles en esta copa.
En el Mundial de 1962, el de Chile, Pelé se lesionó con un desgarramiento muscular, pero Brasil se volvió a titular campeón por la genialidad de su fútbol, con Garrincha, Didí y Djalmas Santos a la cabeza. Brasil se tituló ante Checoslovaquia 3 por 1.
En el Mundial de Londres de 1966 se produjo una especie de complot arbitral contras las grandes selecciones suramericanas, especialmente Argentina y Uruguay. Brasil no tuvo mejor suerte, incluido su estrella Pelé, que fue "cocido" a patadas por búlgaros y portugueses.
En 1970, en el Mundial de México, se retiró Pelé de los campos de la más grande cita del balón-pie mundial y lo hizo por la puerta grande, como suelen decir algunos.
Brasil volvió a titularse campeón y Edson Arantes do Nascimento, el Rey Pelé, en ese mundial, parecía un ave volando por encima de los defensas de las selecciones contrarias. Brasil ganó la final a Italia 4 a 1 con las asistencias magistrales de Pelé.
III
En una oportunidad, recuerdo que se produjo una controversia pública, en torno al tema de quién era el mejor jugador de la historia de los mundiales. En esta polémica intervinieron los mismos jugadores Pelé y Maradona, que eran el centro de la controversia.
Cuando Pelé jugó su último mundial, en 1970, yo tenía 2 años de edad y por supuesto que no lo recuerdo, aunque a lo mejor lo vi jugar en las pantallas del televisor con imágenes a blanco y negro de aquella época, mientras daba mis primeros pasos en la vieja casa barquisimetana de la avenida Vargas con esquina de la carrera 16, que me trae tan gratos recuerdos.
En esa misma casa viví el Mundial México 1986, en el que Diego Armando Maradona se consagró con la selección argentina. Maradona ya había debutado en 1982, en el mundial de España. No obstante, fue en 1986 cuando tocó la gloria con la mismísima "mano de Dios".
En esta copa consiguió lo que para algunos es el mejor gol de la historia de los mundiales, el que hilvanó desde la mitad de la cancha.
Era la tarde del 22 de junio de 1986. Estadio Azteca de México. 115.000 personas se daban cita para presenciar los cuartos de final de aquella copa.
El partido estaba empatado a cero. En el ambiente se respiraba un aire de rivalidad por la Guerra de Las Malvinas, que había perdido Argentina frente a Inglaterra en 1982, el mismo año en el que debutó Maradona en las copas del mundo. Un mundial que la Argentina también perdió.
Corría el minuto 55 de aquel partido. Maradona recibió el balón en su propio campo. Levantó un poco la cabeza y comenzó uno de los dribles futbolísticos más hermosos que jamás había visto en la vida.
Como inspirado por los dioses del Olimpo, Maradona, el Pibe de Oro, dribló a uno, dos, tres, cuatro y hasta cinco defensas ingleses para luego encarar al arquero y esquivarlo también para marcar prácticamente a puerta vacía con pierna zurda mientras lo barría otro rival.
En las repeticiones de la televisión Maradona parecía llevar cocida a sus pies la pelota, que al incrustarse en las redes hizo estallar de júbilo a la Argentina, al continente suramericano y a los amantes del buen fútbol de todo el mundo.
A todos nos dejó boquiabiertos la genialidad de aquel hombre, controversial, ídolo argentino, al igual que el cantante de tangos Carlos Gardel y la líder política Evita Perón.
En esa copa, la del
86, Argentina se tituló campeón 3 por 2 frente a Alemania, como esperamos los
suramericanos haga lo propio este domingo contra el mismo rival en el Maracaná.
Maradona no jugó el número de partidos ni convirtió la cantidad de goles que hizo Pelé en su carrera, pero la manera de jugar, de mover la pelota, su característica de cracks y la genialidad de sus goles y sus asistencias en el campo, para mí lo hacen si no el mejor, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol. Por lo menos el que yo he visto en los campos.
Maradona no jugó el número de partidos ni convirtió la cantidad de goles que hizo Pelé en su carrera, pero la manera de jugar, de mover la pelota, su característica de cracks y la genialidad de sus goles y sus asistencias en el campo, para mí lo hacen si no el mejor, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol. Por lo menos el que yo he visto en los campos.
IV
Lionel Messi me parece un jugador extraordinario. Con su equipo europeo, el Barcelona, ha jugado primores. La Pulga, como se le conoce a este cracks fuera de lote, ha ganado cuatro veces consecutivas el Balón de Oro al Mejor Jugador del Mundo.
Igualmente tiene seis campeonatos de ligas españolas, tres ligas de campeones de Europa, dos mundiales de clubes. Una reseña de la AFP destaca que Messi ha conquistado todos los títulos posibles con su club Barcelona, donde lleva 354 goles en 425 partidos, incluyendo 91 tantos en la temporada 2012-2013, hito en la historia del fútbol.
Pero Messi no ha sido campeón del mundo con la selección de mayores de su país, aunque fue campeón con la sub-20 en el 2005 y logró la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Messi debutó en el Mundial Alemania 2006 a los 19 años de edad. En esa copa Argentina resultó eliminada en los cuartos de final frente a la selección anfitriona en la ronda de penales.
La Pulga fue un suplente de lujo. Intervino en el segundo encuentro de Argentina en esa copa contra Serbia. Se convirtió en el sexto jugador más joven en anotar en un Mundial. Ese juego lo ganó Argentina por goleada 6-0.
También jugó en el tercer encuentro de las eliminatorias de esta copa y en los octavos de final contra México. En el partido de cuartos de final contra Alemania Messi no fue incluido por el técnico José Pekerman.
Se consideraba que el Mundial de 2010, el de Suráfrica, sería el Messi, pero no fue así. La Pulga logró mostrarse, pero no con todo el potencial que se esperaba de él. Argentina fue eliminada. En el último juego resultó goleada.
En este Mundial Brasil 2014 Messi se ha reivindicado. Ha ratificado su condición cracks, de ser sino el máximo uno de los máximos jugadores de este momento de la historia del fútbol.
En esta copa del mundo, por lo menos, lideró a la Argentina en sus tres encuentros de eliminatoria del Grupo F. Convirtió uno de los goles con los cuales su selección ganó a la de Bosnia 2-1, otro maravilloso gol contra Irán con el que la Argentina se impuso 1-0 y un doblete con Nigeria con el que vencieron 3-2 a los africanos.
Con sus asistencias La Pulga también ha brillado. En el partido de los octavos de final sirvió una pelota a Ángel Di María a 2 minutos de la conclusión de la prórroga contra Suiza, para que este liquidase el partido antes de ir al duelo de penales. Allí también brilló su magia futbolística.
Es cierto que luego de esto Messi fue parcialmente anulado por los defensas belgas y holandeses. En el partido contra Bélgica un golazo de Gonzalo Higuaín metió a la Argentina en la semifinal y un juego muy parejo con Holanda metió al equipo suramericano en la final tras el duelo de penales. En ambos partidos La Pulga fue bien marcada.
A Lionel Messi se le ha señalado que para estar a la altura de ser considerado leyenda de fútbol mundial, al igual que Pelé y Maradona, le falta un título mundial de su país, de la categoría más competitiva, la selección de mayores.
Este domingo 13 de julio, en la final Argentina-Alemania en el Maracaná de Río de Janeiro, la historia la está dando esa oportunidad. Menudo reto el de Lionel Messi. Hoy, una vez más, asistimos a la historia.
Félix Gutiérrez