domingo, 11 de marzo de 2012

Este fin de semana





Este fin de semana leo
Este fin de semana compro frutas
Este fin de semana lavo carro

Este fin de semana duermo
Tengo sexo
Veo películas
Paseo en bicicleta

Este fin de semana me lavo el pelo
Este fin de semana escucho música
Este fin de semana camino desnudo por los pasillos de mi casa y me libero, me libero, me libero
 


 

jueves, 8 de marzo de 2012

Las mujeres son como las ciudades




 Las mujeres, a veces, son como las ciudades. Ellas nos paren en sus vientres urbanos. Nos crían en sus patios, en sus amplias casas o en los pequeños apartamentos, en sus cálidas esquinas, en sus tibias calles y en sus amplias avenidas. 

Las ciudades son como las abuelas. A veces nos llenan de ternura. También nos consienten y nos malcrían. Nos arrullan en sus regazos cuando visitamos sus casas más antiguas, esas que escriben la historia de la patria.

Las ciudades son como las novias: se aman. Uno camina por sus aceras como si acariciara sus delicados hombros, sus tibios brazos y sus suaves manos. Uno camina cada uno de sus rincones como si las besara.

Las ciudades son como esas mujeres desconocidas que te flechan en cualquier esquina, en una oficina, a la salida de un ascensor, en la entrada de una tienda o en un semáforo en rojo.

Las ciudades son como las hermanas. Uno las quiere, uno las cuida, uno desea que ningún tipo les haga el más mínimo daño.

Las ciudades son dulces y tiernas como las niñas que juegan en los parques, que andan agarraditas de la mano de sus madres y de sus padres. Niñas que sueñan con ser grandes.

Las ciudades son como las vecinas: les encanta un cotilleo. Se ven de lo más lindas cuando chismean en la oficina, la casa, el carro, la peluquería o en cualquier rincón de la urbe.

Las ciudades son como esas adorables amigas que no te piden nada a cambio. Mujeres francas, sinceras, tiernas, alegres, comprometidas y solidarias. Mujeres que te adoran y que tú idolatras.

Las ciudades son como las mujeres que te aman y que tú amas, con las que compartes la vida cotidiana. Mujeres que te acompañan y que tú acompañas. A ellas les deseo, de todo corazón y de alma, este 8 de marzo un Feliz Día Internacional de la Mujer trabajadora y comprometida con su verdad. Félix Gutiérrez.





miércoles, 7 de marzo de 2012

Aquí está marzo

Aquí está marzo con sus aguas tranquilas, con sus vientos quietos, con sus cielos iluminados.  Aquí está marzo con su canícula, con sus sudores, con sus grandes calorones, mucho más prolongados, a veces, que los descritos por los cuentos, las novelas y las crónicas del Gabo. Aquí está marzo con su sequía, con sus terrenos incendiados, con sus parques nacionales ardiendo por los cuatro costados de tanto verano acumulado. Aquí está marzo también con sus colores primarios, con su amarillo, con su azul, con  su rojo, los colores de nuestra identidad patria. Esa misma que se hizo bandera aquel 12 de marzo de 1806 en las costas haitianas. La misma que sembró en nuestras almas, en nuestros corazones, el más grande entre los grandes: el generalísimo Francisco de Miranda, quien terminó incomprendidamente preso en La Carraca. Aquí está marzo con todas sus luchas, aquí está con su  Día Internacional de la Mujer estremeciéndonos otra vez, primero con el incendio de New York, luego con las balas de Chicago. Aquí está con todos sus derechos conquistados, aquí está con todos los derechos aún por conquistar. Aquí está marzo con su Día Internacional del Teatro, con su día del orfebre, del artesano, aquí está con el día del campesino vilmente atropellado, ahora reivindicado. Aquí está marzo con su sol, con su viento, con sus aguas, con sus cielos, con sus colores, con su bandera, con su canícula, con sus calores, con sus sudores  aquí está otra vez marzo, aquí está. Félix Gutiérrez.