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sábado, 24 de mayo de 2014
domingo, 18 de mayo de 2014
Josefa Camejo: Heroína de la libertad
Las mujeres que intervinieron en el proceso independentista venezolano y suramericano de los siglos XVIII y XIX, han sido reivindicadas por la historia contada en los tres últimos lustros.
Esto ha sucedido, en buena medida por el valor y el protagonismo que tiene la mujer para el proceso de cambio político y transformación social que se inició en Venezuela con la Revolución en 1998.
Josefa Venancia de la Encarnación Camejo, mejor conocida como Josefa Camejo o La Camejo, es una de estas heroínas exaltadas por la historia patria.
Este 18
de mayo se cumplen 223 años del natalicio de esta mujer falconiana, heroína del
pueblo, de la independencia y de la libertad
Una
mujer que ofreció su pasión, su entereza, su amor y su vida por la causa
independentista, republicana y patriótica.
Mi mayor anhelo
es la libertad
Josefa
Camejo nació en 1791 en el Hato Curaidebo, situado entre Pueblo Nuevo y El Vínculo
de Paraguaná, en el estado Falcón. Su padre Miguel Camejo y su madre Sebastiana
Talavera y Garcés.
Estudió en el colegio de las hermanas Salcedas de Coro. Posteriormente fue enviada a un convento de monjas en esta misma ciudad, donde completó su formación académica.
A pesar de educarse en el seno de una familia tradicional, y estudiar en centros que refirmaban el colonialismo, Josefa Camejo siempre estuvo en contacto con las ideas republicanas.
Estudió en el colegio de las hermanas Salcedas de Coro. Posteriormente fue enviada a un convento de monjas en esta misma ciudad, donde completó su formación académica.
A pesar de educarse en el seno de una familia tradicional, y estudiar en centros que refirmaban el colonialismo, Josefa Camejo siempre estuvo en contacto con las ideas republicanas.
Nayla
Bracho Martínez, una de las estudiosas de la heroína falconiana, recreó un
cuento sobre la vida de adolescente de Josefa Camejo.
En la historia
titulada ¡Yo no me presto pa´ eso! se relata que un día llegaron dos amigas a
la casa de la joven Josefa.
Una de
las esclavas de la familia Camejo Talavera le dice: “Niña, la buscan sus amigas Victoriana y Catalina, ¡con afán!
-¿Guá, que
buscarán? se preguntó en voz alta la joven.
-¡Niña, no
hable así. Su mamá se disgustaría!
-Ja! a cuenta
de ella, viviría envitriná!”, respondió
con particular rebeldía.
Bracho relató que “entre risas y algarabía se planta
(Josefa ante sus amigas):
-¿Cuál es el
agite? ¿Vamos a escribir panfletos? (revolucionarios)
-Nada de eso!
Es verdaderamente serio, dijo
solemnemente Catalina”.
Anunció: “Te propusimos como candidata a Reina del
pueblo, eres hermosa, vivaz, seguro ganarás. Mirándolas extrañada,
respondió:
“¡Enloquecieron! ¿Cómo fueron capaces de eso?”, se
preguntó con asombro y agregó con una determinación que asustó a sus amigas: “Mi mayor anhelo es la libertad” de Venezuela.
De esta manera, ilustró Bracho Martínez, desde joven Josefa
Camejo tuvo
un pensamiento rebelde, combativo, por la causa de la independencia y la
libertad suramericana.
El 19
de abril en la vida de Camejo
A la
edad de 19 años fue testigo de los acontecimientos del 19 de abril de 1810. La
joven Josefa Camejo estaba en Caracas cuando ocurrieron aquellos sucesos, que
se constituyeron en el primer paso hacia la independencia de Venezuela.
Ese
día, como sabemos, fue expulsado de Venezuela el Capitán General Vicente
Emparan, representante del Consejo de Regencia que se había instalado en
España, tras la invasión de Napoleón Bonaparte a esta corona y depuesto el Rey
Fernando VII.
Esto
sirvió de pretexto a los republicanos para desconocer a Emparan y comenzar a
abrir el camino de la independencia de Venezuela, que finalmente se concretó un
año más tarde, el 5 de julio de 1811, cuando se firmó el acta de independencia.
Josefa
Camejo vivió aquellos acontecimientos políticos del 19 de abril en la vida de
la República y quedó marcada, comprometida para siempre por la consolidación de
la independencia venezolana.
Este
arrojo se pondría de manifiesto en la Guerra de Independencia, que se inició en
1811, una vez que se firma el acta independentista, y se prolongó la guerra durante
10 años, hasta 1821, cuando la Batalla de Carabobo selló la independencia
definitiva de Venezuela de la corona española.
Se unió
a las tropas de Urdaneta
En
1811, a los 20 años de edad, Josefa Camejo se casó con el coronel
patriota Juan Nepomuceno Briceño Méndez, a quien conoció en un viaje
de Barinas a Mérida. Ambos tuvieron dos hijos.
Este no
impidió que Josefa Camejo se convirtiera en una militante activa por la causa
revolucionaria. En 1811, cuando vivía en Barinas, suscribió un documento
titulado Representación que hace el Bello Sexo al Gobierno de Barinas.
En este
documento las mujeres firmantes se ponían a las órdenes del ejército patriota
para la defensa de Barinas, enterada la ciudad de una invasión que se pretendía
de las fuerzas realistas a través de San Fernando de Apure.
En 1813
Barinas fue asediada por tropas realistas al mando de José Antonio Puey. El
gobernador se vio en la necesidad de trasladar esta población hasta San Carlos,
en el estado Cojedes.
En esta
travesía no solamente interviene Josefa, también su madre, que en el periplo se
ahoga al cruzar el río Santo Domingo. Este hecho marcó huella profunda en su vida.
Los
hombres de Barinas, desalojados de su tierra, se unen a las tropas de Rafael
Urdaneta, uno de los comandantes republicanos más fieles a la causa
bolivariana.
No aceptaban mujeres. Por esta razón cuentan que vestida de hombre, junto a su amiga Manuela Tinoco, logró pasar desapercibida y unirse a las tropas de Urdaneta en San Carlos.
Estas se dirigían a Nueva Granada, Colombia. En este viaje ella, y su amiga, se dedicaron a curar a los enfermos y a los heridos de guerra.
Defensora
de la Provincia de Coro
Durante
cinco años Josefa Camejo estuvo exiliada en Colombia. Allí se unió a las
familias republicanas. En 1818, a los 27 años, regresó a Venezuela. Cuentan que
viajó disfrazada de vagabundo.
Retornó
a Coro. En 1821, año crucial del proceso independentista de Venezuela, se alzó
con 300 esclavos del hato de su familia en Paraguaná.
Se
levantaron en contra de las fuerzas realistas que mantenían el poder en Coro,
una de las provincias más importantes de la época. No obstante, fueron
derrotados.
El 3 de
mayo del mismo año se presentó en la población de Baraived, donde descansaba el
jefe realista Chepito González. Lo detuvieron.
Nombraron
a Mariano Arcaya como gobernador civil republicano de Pueblo Nuevo. Ese mismo
día Josefa Camejo leyó un manifiesto en el que se declara la Provincia de Coro libre
de la colonia española.
De esta
manera el general Rafael Urdaneta entra a la ciudad de Coro, ya ganada a la
causa de la independencia republicana.
No se
sabe con certeza el año de la muerte de Josefa Camejo. Tampoco el lugar donde
partió a la vida infinita y eterna.
Josefa
Camejo pudo haber muerto en 1862 o 1863, a los 71 o 72 años de edad. Se retiró
luego de la independencia y murió muchos años después.
Una
versión sostiene que se fue a las haciendas propiedad de su familia, donde
finalizaron sus vidas en este mundo. Otra versión sostiene que murió en Ciudad
Bolívar.
Como
testimonio de su lucha en Curaidebo, en el sector Baraived, parroquia El Vínculo, se erige la casa donde vivió
Josefa Camejo.
Este 18
de mayo, esta casa falconiana se llenará de honores por la memoria de una de
las mujeres de esta Patria que se entregó por la causa de la libertad.
Revolución
reivindica su legado
Nayla
Bracho Martínez aseveró que Joséfa Camejo “tiene un especial significado para
todas las falconianas y falconianos, por su causa a favor de la libertad”.
Fue una
mujer muy decidida y luchadora, “en una época en la que era mal visto que una
mujer se involucrara en el combate por la idea de la libertad, como lo hizo
ella”.
Este
heroína “es sinónimo de lucha, de entrega, de batallar en contra de los
paradigmas impuestos de la sociedad, de lo debemos hacer los hombres y las
mujeres”,
Merlín
Rodríguez, otras de las seguidoras de la obra de Josefa Camejo, dijo que “a
pesar de las discriminaciones que había en aquella época, esta gran mujer y
otras mujeres de la época lograron una vanguardia en la lucha independentista”.
Esta
irrupción, agregó, “marcó la senda de la libertad por parte de esta mujer
comprometida". Agregó que Josefa Camejo reivindica “a nosotras las
venezolanas como mujeres, como madres, pero también como protagonistas de las
gestas libertadoras”
Enfatizó
que “de estos acontecimientos habíamos sido borradas, pero en el proceso
revolucionario nos hemos encargado de enaltecer a estas mujeres y sus
historias, como aporte al legado independentista suramericano”.
Félix Gutiérrez
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