domingo, 18 de mayo de 2014

Josefa Camejo: Heroína de la libertad




Las mujeres que intervinieron en el proceso independentista venezolano y suramericano de los siglos XVIII y XIX, han sido reivindicadas por la historia contada en los tres últimos lustros.

Esto ha sucedido, en buena medida por el valor y el protagonismo que tiene la mujer para el proceso de cambio político y transformación social que se inició en Venezuela con la Revolución en 1998.

Josefa Venancia de la Encarnación Camejo, mejor conocida como Josefa Camejo o La Camejo, es una de estas heroínas exaltadas por la historia patria.

Este 18 de mayo se cumplen 223 años del natalicio de esta mujer falconiana, heroína del pueblo, de la independencia y de la libertad

Una mujer que ofreció su pasión, su entereza, su amor y su vida por la causa independentista, republicana y patriótica.

Mi  mayor anhelo es la libertad

Josefa Camejo nació en 1791 en el Hato Curaidebo, situado entre Pueblo Nuevo y El Vínculo de Paraguaná, en el estado Falcón. Su padre Miguel Camejo y su madre Sebastiana Talavera y Garcés.

Estudió en el colegio de las hermanas Salcedas de Coro. Posteriormente fue enviada a un convento de monjas en esta misma ciudad, donde completó su formación académica.

A pesar de educarse en el seno de una familia tradicional, y estudiar en centros que refirmaban el colonialismo, Josefa Camejo siempre estuvo en contacto con las ideas republicanas.

Nayla Bracho Martínez, una de las estudiosas de la heroína falconiana, recreó un cuento sobre la vida de adolescente de Josefa Camejo.

En la historia titulada ¡Yo no me presto pa´ eso! se relata que un día llegaron dos amigas a la casa de la joven Josefa.

Una de las esclavas de la familia Camejo Talavera le dice: “Niña, la buscan sus amigas Victoriana y Catalina, ¡con afán!
-¿Guá,  que buscarán? se preguntó en voz alta la joven.
 -¡Niña, no hable así. Su mamá se disgustaría!
 -Ja! a cuenta de ella,  viviría envitriná!”, respondió con particular rebeldía.

Bracho relató que “entre risas y algarabía se planta (Josefa ante sus amigas): 
 -¿Cuál es el agite? ¿Vamos a escribir panfletos? (revolucionarios)
 -Nada de eso! Es verdaderamente serio,  dijo solemnemente Catalina”.

Anunció: “Te propusimos como candidata a Reina del pueblo,  eres hermosa,  vivaz, seguro ganarás. Mirándolas extrañada, respondió:

“¡Enloquecieron! ¿Cómo fueron capaces de eso?”, se preguntó con asombro y agregó con una determinación que asustó a sus amigas: “Mi  mayor anhelo es la libertad” de Venezuela.

De esta manera, ilustró Bracho Martínez, desde joven Josefa Camejo tuvo un pensamiento rebelde, combativo, por la causa de la independencia y la libertad suramericana.

El 19 de abril en la vida de Camejo

A la edad de 19 años fue testigo de los acontecimientos del 19 de abril de 1810. La joven Josefa Camejo estaba en Caracas cuando ocurrieron aquellos sucesos, que se constituyeron en el primer paso hacia la independencia de Venezuela.

Ese día, como sabemos, fue expulsado de Venezuela el Capitán General Vicente Emparan, representante del Consejo de Regencia que se había instalado en España, tras la invasión de Napoleón Bonaparte a esta corona y depuesto el Rey Fernando VII.

Esto sirvió de pretexto a los republicanos para desconocer a Emparan y comenzar a abrir el camino de la independencia de Venezuela, que finalmente se concretó un año más tarde, el 5 de julio de 1811, cuando se firmó el acta de independencia.

Josefa Camejo vivió aquellos acontecimientos políticos del 19 de abril en la vida de la República y quedó marcada, comprometida para siempre por la consolidación de la independencia venezolana.

Este arrojo se pondría de manifiesto en la Guerra de Independencia, que se inició en 1811, una vez que se firma el acta independentista, y se prolongó la guerra durante 10 años, hasta 1821, cuando la Batalla de Carabobo selló la independencia definitiva de Venezuela de la corona española.

Se unió a las tropas de Urdaneta

En 1811, a los 20 años de edad,  Josefa Camejo se casó con el coronel patriota Juan Nepomuceno  Briceño Méndez, a quien conoció en un viaje de Barinas a Mérida. Ambos tuvieron dos hijos.

Este no impidió que Josefa Camejo se convirtiera en una militante activa por la causa revolucionaria. En 1811, cuando vivía en Barinas, suscribió un documento titulado Representación que hace el Bello Sexo al Gobierno de Barinas.

En este documento las mujeres firmantes se ponían a las órdenes del ejército patriota para la defensa de Barinas, enterada la ciudad de una invasión que se pretendía de las fuerzas realistas a través de San Fernando de Apure.

En 1813 Barinas fue asediada por tropas realistas al mando de José Antonio Puey. El gobernador se vio en la necesidad de trasladar esta población hasta San Carlos, en el estado Cojedes.

En esta travesía no solamente interviene Josefa, también su madre, que en el periplo se ahoga al cruzar el río Santo Domingo. Este hecho marcó huella profunda en su vida.

Los hombres de Barinas, desalojados de su tierra, se unen a las tropas de Rafael Urdaneta, uno de los comandantes republicanos más fieles a la causa bolivariana.

No aceptaban mujeres. Por esta razón cuentan que vestida de hombre, junto a su amiga Manuela Tinoco, logró pasar desapercibida y unirse a las tropas de Urdaneta en San Carlos.

Estas se dirigían a Nueva Granada, Colombia. En este viaje ella, y su amiga, se dedicaron a curar a los enfermos y a los heridos de guerra.

Defensora de la Provincia de Coro

Durante cinco años Josefa Camejo estuvo exiliada en Colombia. Allí se unió a las familias republicanas. En 1818, a los 27 años, regresó a Venezuela. Cuentan que viajó disfrazada de vagabundo.

Retornó a Coro. En 1821, año crucial del proceso independentista de Venezuela, se alzó con 300 esclavos del hato de su familia en Paraguaná.

Se levantaron en contra de las fuerzas realistas que mantenían el poder en Coro, una de las provincias más importantes de la época. No obstante, fueron derrotados.

El 3 de mayo del mismo año se presentó en la población de Baraived, donde descansaba el jefe realista Chepito González. Lo detuvieron.

Nombraron a Mariano Arcaya como gobernador civil republicano de Pueblo Nuevo. Ese mismo día Josefa Camejo leyó un manifiesto en el que se declara la Provincia de Coro libre de la colonia española.

De esta manera el general Rafael Urdaneta entra a la ciudad de Coro, ya ganada a la causa de la independencia republicana.

No se sabe con certeza el año de la muerte de Josefa Camejo. Tampoco el lugar donde partió a la vida infinita y eterna.

Josefa Camejo pudo haber muerto en 1862 o 1863, a los 71 o 72 años de edad. Se retiró luego de la independencia y murió muchos años después.

Una versión sostiene que se fue a las haciendas propiedad de su familia, donde finalizaron sus vidas en este mundo. Otra versión sostiene que murió en Ciudad Bolívar.

Como testimonio de su lucha en Curaidebo, en el sector Baraived,  parroquia El Vínculo, se erige la casa donde vivió Josefa Camejo.

Este 18 de mayo, esta casa falconiana se llenará de honores por la memoria de una de las mujeres de esta Patria que se entregó por la causa de la libertad.


Revolución reivindica su legado

Nayla Bracho Martínez aseveró que Joséfa Camejo “tiene un especial significado para todas las falconianas y falconianos, por su causa a favor de la libertad”.

Fue una mujer muy decidida y luchadora, “en una época en la que era mal visto que una mujer se involucrara en el combate por la idea de la libertad, como lo hizo ella”.

Este heroína “es sinónimo de lucha, de entrega, de batallar en contra de los paradigmas impuestos de la sociedad, de lo debemos hacer los hombres y las mujeres”,

Merlín Rodríguez, otras de las seguidoras de la obra de Josefa Camejo, dijo que “a pesar de las discriminaciones que había en aquella época, esta gran mujer y otras mujeres de la época lograron una vanguardia en la lucha independentista”.

Esta irrupción, agregó, “marcó la senda de la libertad por parte de esta mujer comprometida". Agregó que Josefa Camejo reivindica “a nosotras las venezolanas como mujeres, como madres, pero también como protagonistas de las gestas libertadoras”

Enfatizó que “de estos acontecimientos habíamos sido borradas, pero en el proceso revolucionario nos hemos encargado de enaltecer a estas mujeres y sus historias, como aporte al legado independentista suramericano”.

Félix Gutiérrez

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